Las roturas fibrilares son frecuentes, por lo general, durante actividades que implican movimientos rápidos o cuando se realiza un gran esfuerzo sin el calentamiento adecuado. Por ello, se suelen dar más en deportistas o durante la realización de algún tipo de actividad física.
¿Qué es una rotura fibrilar?
Una rotura fibrilar o, también llamada, desgarro muscular, consiste en la rotura de más o menos fibras de las que están configuradas un músculo.
Como la mayor parte de las lesiones, pueden variar en gravedad y, por supuesto, en dolor. Algunos de sus síntomas más típicos son dolor agudo en la zona afectada, hinchazón, moratones, debilidad muscular e incluso dificultad para mover el músculo afectado.
Diferentes tratamientos para la rotura fibrilar
Además de que, por lo general, para tratar esta lesión se necesita reposo, el tratamiento, de esta lesión se basa principalmente en varios aspectos:
- Aplicación de frío: esto reduce la inflamación del músculo y calma el dolor de este. Aplicamos hielo, pero nunca directamente en la piel, en un tiempo aproximado de unos 15-20 minutos en la zona afectada.
- Antiinflamatorios no esteroideos: estos también reducen el dolor y la inflamación del musculo.
- Rehabilitación: No debemos realizar reposo absoluto si queremos tratar de acelerar el proceso de recuperación. Eso si, el esfuerzo debe ser controlado y de manera relajada sin llegar a intensidades muy altas. Después de cada una de las sesiones de entrenamiento se recomienda la utilización de calor local.
La radiofrecuencia como tratamiento a las roturas fibrilares
También vamos a hablar del tratamiento de radiofrecuencia, en la que se incluye la diatermia, tratamiento que ofrecemos en nuestra clínica de fisioterapia en Murcia.
Se trata de una terapia basada en el uso de corrientes eléctricas de alta frecuencia, con lo que se consigue estimular los tejidos en zonas muy profundas que son muy difíciles de activar. De esta forma, con la diatermia se consiguen avances notables frente a patologías o lesiones como los esguinces, las roturas fibrilares o las contracturas.
Gracias a las propiedades que produce sobre los tejidos blandos, se recomienda esta medida. En este tipo de terapia se produce un aumento de la temperatura en el tejido diana, acelerando la regeneración tisular y acortando los plazos de recuperación.
El uso de la diatermia se puede aplicar desde prácticamente el inicio de nuestra lesión, aunque es recomendable dejar unos 3 días en los que tomaremos medidas de contención de la zona de la rotura, hielo y reposo.